------------------------------------------------un texto de los antaños qe me recuerda que me azotaba .
Con la mirada quieta
congelada en cualquier parte
te alucino
Entre lo áspero filoso de los días
me regasto y entristezco
por lo efímero del buen comportamiento
y de mi sueño en la cornisa
con tus piernas pendulantes
Aquí con una montaña
creciéndome entre los hombros
entre la gacha faramalla y andar fluyente
De la sociedad; busco pedazos, hojas rojas
en el estanque imaginación de tus ojos
Tú dónde estas?
parada en qué tiempo,
cuánto falta para que llegues
rodeada de flores, alucinante, inteligente
ya te quiero tener,
no aguanto más,
Mis manos imprudentes no pueden más
que en su desesperación escribir
Llamarte por medio de letras
Implorarte por un beso
una sola mirada de la curiosidad.
En estos momentos estas ajena
distante, parada en tu mundo
que se convertirá en mi vicio,
en alguna más terca necesidad mía.
Ahora no sabes, te busco
en la monótona forma de acomodar el jabón, el estropajo en el baño,
a más de cien pasos de mi rededor.
buscando cualquier cosa que se me perdió,
Quisiera verte husmeando entre la paz,
Ocultos en la ranura de mis dedos
los tuyos.
Qué importa que no estés ni por acá
qué importa el escribir estas hojas
que no hacen más que soportar la cantidad de letras
con que me quejo (me quejo porque me duele, hondo, constante
como el dolor en medio de la cintura que traigo siempre),
la cantidad de quejidos con que las pinto.
Te espero, soportándome yo sólo,
sin poder dormir a estas horas siempre.
Ardo Astillo Oreno
congelada en cualquier parte
te alucino
Entre lo áspero filoso de los días
me regasto y entristezco
por lo efímero del buen comportamiento
y de mi sueño en la cornisa
con tus piernas pendulantes
Aquí con una montaña
creciéndome entre los hombros
entre la gacha faramalla y andar fluyente
De la sociedad; busco pedazos, hojas rojas
en el estanque imaginación de tus ojos
Tú dónde estas?
parada en qué tiempo,
cuánto falta para que llegues
rodeada de flores, alucinante, inteligente
ya te quiero tener,
no aguanto más,
Mis manos imprudentes no pueden más
que en su desesperación escribir
Llamarte por medio de letras
Implorarte por un beso
una sola mirada de la curiosidad.
En estos momentos estas ajena
distante, parada en tu mundo
que se convertirá en mi vicio,
en alguna más terca necesidad mía.
Ahora no sabes, te busco
en la monótona forma de acomodar el jabón, el estropajo en el baño,
a más de cien pasos de mi rededor.
buscando cualquier cosa que se me perdió,
Quisiera verte husmeando entre la paz,
Ocultos en la ranura de mis dedos
los tuyos.
Qué importa que no estés ni por acá
qué importa el escribir estas hojas
que no hacen más que soportar la cantidad de letras
con que me quejo (me quejo porque me duele, hondo, constante
como el dolor en medio de la cintura que traigo siempre),
la cantidad de quejidos con que las pinto.
Te espero, soportándome yo sólo,
sin poder dormir a estas horas siempre.
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