Agora vivo en un Reyno que decayó en pueblo el cual tiene un convento y un monasterio, los que desde el siglo XVI surtieron de frailes a toda la región. Por ejemplo, en Quiroga de Querétaro el fraile evangelizador, como decir el rayo catalizador, nació en este Reyno cristalino.
Subo a su cerro a caminarlo, veo desde la altura ese templo del churrigueresco, imagino los frailes que ahí habitaban.
Suben conmigo, con sus sandalias flexibles de piel de venado, a caminar el cerro tapizado de chapulines, brincan de aquí para allá por las veredas.
La caminata por el monte nos despeja las ideas nosotros las aclaramos como humo consiliador, platicamos un poco con el diente de león.
Nos hemos encontrado con petirrojos, con patos silvestres y todos nos han hablado en su lengua
Le rendimos respeto y cordial saludo al señor roble que tranquilo nos cuida
Nos recordamos que hay que volver al monasterio a seguir con las ordenanzas del día. Y aquí me tienen reportando mi estar desde Tepotzotlán.
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