Canicas de fuego dentro de mis párpados telas siempre cerradas donde se proyectan aullidos intensos que me rasgan la imagen.
Tirado desierto con el frío interno del hueso no puedo dormir
Mi mente me engaña grita que tararee esto al unísono del cielo que cierra el último hueco con la nube precisa
De nuevo ancestral movimiento /mi cabeza se desliza en cámara lenta reposa en mi hombro/ que consiste en la espera que rueden canicas al mundo del sueño
En ese rodar de la vista de mi vida que despliegue sus alas mi esfera endiosada.
Regreso a despertar sin ver sueño y para no perderlo me pongo el panto.
Ardo Astillo Oreno
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