lunes, 18 de febrero de 2013

La vestidura diaria de mi carcacha del alma

Esta vulgar de mi propiedad
/osamenta de mis ruinas/
vale tanto como mi vida
en él se levanta mi ser
para contemplar lo que el sol iluminó
grietas, cuarteaduras, cavernas
en donde habito en secretos pasadizos
Viene la tempestad
de mi naturaleza se desborda la paz
/los dedos escurriendose de Chopin/
para los caminos de mis caracoles
en mi oreja el viaje de su viento
el sonido qe me entra y enciende el seso
/como si me acompaña Chaplin/
es mi maquinaria osamenta
la vestidura diaria de mi carcacha del alma
el jet privado para mi imaginación
Qué terreno tan lindo este en que me encuentro
arrebatandole el espacio que recorrió el infinito
se llama vida del cuerpo sin cuento
este tan equiz tan ye del ser
timido frágil;  inmenso como insuficiente
se le acaba la gas en menos de 100 años
apenas tengo mi primer manojo de 25
y las cortinas de acero de mis párpados se cierran.

Ardo Astillo Oreno