lunes, 1 de octubre de 2018

Cetro de la noche de este día.

Al centro de la noche
las ideas desfilan en desorden
hay un rumor de los papeles
que se arrastran por la calle oscura.

En el centro de la noche
aúlla el silencio
en lo más profundo del eco.

Los grillos repiten su mantra
nos hipnotizan la mente.
Los gallos desgarran su grito
de madrugada junto al
al cielo que desgrana sus destellos
con las estrellas.
Y nada, nada, en el mar de la vista.

Las formas apacibles esperan
el bullicio matutino
Los árboles se acurrucan en los pájaros
Los perros organizan una orquesta
donde agradecen a la madre tierra
por tener donde enterrar sus huesos.

Cualquier ruido pequeño
amplifica su sonido
el pensamiento también crece
como niño enclenque camina
se pierde en laberintos de sensaciones
en pasillos vacíos de pensamiento.

Cuando la madrugada está presente
mis letras posee y las hace relumbrar
como un fulgor extraño mis dedos
animan la fiesta de las palabras.

Se encadena en esta noche
la reflexión del ayer
el cansancio que da la pauta del día
lo productivo de las horas que germina sentidos
las posibilidades de mañana
que riegan de frescor los planes.

En este plano tridimensional
dimensionar la magnitud del insomnio
los esfuerzos del nene por alcanzar el deseo.


                                        Ardo Astillo Oreno