jueves, 19 de septiembre de 2013

Es que no quería seguir transcribiendo y mejor me puse a dictarme como cuando un chorro de agua se sale de la manguera con fuerza.

Esta tristeza incorpórea
que le busco pies
caminos por donde poderla arrastrar
manos
una pieza donde la pueda agarrar
para zafarla
dispersa en mí
la nada de su cuerpo
me recuerda lo que valgo

lo que tengo
todo.

En medio de mi ser estas enormes dimensiones
encapsulado por el pulso de mis malas decisiones
Uno es un caracol con la casa de metal a las espaldas
que cuando se arrastra en realidad se hunde
es un cobardón que dejó de arriesgarse
que dejó de aventarse del acantilado matutino
Todo se torna espeso
todo se vuelve moquiento
a mis veintitantos aquí bajo las faldas de mi madre
como en el más fresco día del campo
bajo los bigotes
linda barba de mi padre
qué me avergüenzo diez aves de mi vuelo fallido
Cómo decirte la honda nada
donde nada de onda  y nado pero no me salvo de estar mal
es toda la parte de la cascada mi culpa
Lo mejor en la granada de esta rojiza amenaza de mi apestocidad
es pirarme de este hueco
perderme en el camino diario del gusano que abordo
degollar mi vista de la quietud que me congela sin ver para fuera
mirando todo lo que ya mié
yo sé que fui el falto de valor
del amor que a un ser humano se le brinda
la roca que se estrelló en su frente para dejarle ese cielo estrellado limpio.
Sin una flor en su pelo
sin un pescado de vida que busca regresar a su lugar de origen
quiero zafarme
quiero desprogramarme por unos meses que se debe respirar
pensar
andar y encontrarse con la pausa o la pauta
la puta belleza que me hace mirarla en todas las damas
fuking -si tan sólo…-
hubiera corrido a tiempo menos cuarto
mi animalidad no la hubiera desbordado como el derrumbe que la sepultó



Así de cabrón como el huracán que desmadró todo el país
es que pasó porque mi amor la quería y ella ya se había desenamorado
y aún teníamos ganas de mirarnos
cuando de rojo se pintó la tarde
en un horizonte distinto
decidió fugarse
dejar el cielo de estrellas limpio
no sé
se las llevaría a su casa
a mí me borro de lo espectacular todo suceso
en serio
río como momia
y ahora que aquí en esa noche
 oscuridad

el fondo de la noche que también es su superficie
oscuridad donde juego con mis dedos
y los jugos que me brotan de la oreja
me dreno el recuerdo
en un rato me adentro a las sombras
en fin
es casi como estar de muerto
pero con risas y hambre y comidas salvajes
la extraño hasta el fondo de toda mi locura
como cuando paso por el hospital psiquiátrico
sin entrar nunca ya nos conozco a todos.

.

                               Ardo Astillo O.