sábado, 12 de octubre de 2019

Fragmentos VII

Agora vivo en un Reyno que decayó en pueblo el cual tiene un convento y un monasterio, los que desde el siglo XVI surtieron de frailes a toda la región. Por ejemplo, en Quiroga de Querétaro el fraile evangelizador, como decir el rayo catalizador, nació en este Reyno cristalino.
Subo a su cerro a caminarlo, veo desde la altura ese templo del churrigueresco, imagino los frailes que ahí habitaban. 
Suben conmigo, con sus sandalias flexibles de piel de venado, a caminar el cerro tapizado de chapulines,  brincan de aquí para allá por las veredas. 
La caminata por el monte nos despeja las ideas nosotros las aclaramos como humo consiliador, platicamos un poco con el diente de león. 
Nos hemos encontrado con petirrojos, con patos silvestres y todos nos han hablado en su lengua
Le rendimos respeto y cordial saludo al señor roble que tranquilo nos cuida 
Nos recordamos que hay que volver al monasterio a seguir con las ordenanzas del día. Y aquí me tienen reportando mi estar desde Tepotzotlán.  

jueves, 12 de septiembre de 2019

Fragmenhistéricos VI

Los sueños de terror, las pesadillas con ese nombre tan horripilante, no consisten en que un señor de uñas largas viene por tí. Ni tampoco en los que mamá muere, no tienen nada que ver con las que un muñeco de juguete toma vida.
Son muy parecidas a las que un hilo infinito sale de entre tus dientes y corta tu encía, sientes el dolor, jalas el hilo y sigue cortando tu carne.
Apenas, tuve una donde unos tubos delgados me salían de la garganta, eran, pensaba yo, mis cuerdas vocales de los que me quería desprender, a cada tirón me lastimaba.
Ahora que lo reflexiono, podría relacionarse con mi evolución. Algunos órganos que en alguna de las otras posibilidades me nacieron.

Septiembre 2019

jueves, 15 de agosto de 2019

Fragmentoros V

Déjemenes les cuéntole que hoy se abriyó una de las puertérellas de la Cadetral mexináca, pero esta puertrérilla sólo se abreriollo una vez cada veinticinco añoredos, de tal forma que esa puertérella se abre unicamantél cuatro vecéredes cada cien añorédos, es una locuárida y ami me dicereden que las puerteredas no sirviereden como parederes.

interesante, no?
deberemos cruzaremos esa puertéreda?  
Ardo.

viernes, 19 de julio de 2019

Fragmentos IV (antónimos)

Comparto el destino de los bienaventurados
Renazco y en carne propia vivo el destino de los segregados
Sonrío y hago reír a los acomodados
Imito y revivo lo de los marginados
Me abrazo con el que nunca pensará  la cuota
Me mimetizo con el que se muerde las uñas con las cuentas
Por si no fuera claro
Disfruto la lluvia como el calor.
Ambos me permiten inhalar
Soy el hijo de las circunstancias
El que una tarde camino la vereda de los acaudalados. Sus caserones manciones.
El que al otro día divagoó por la sierra "abierto en canal por la mano firme de la luna llena"
Dispuesto al plagio y al original
El auténtico y que te copia cada maña y gesto mínimo
El que la controversia vuelve elemental y el acuerdo indiscutible
Indispensable este aire espeso
Está naturaleza entre la montaña
La imagen común
El verso incomprensible
No hablo del Yin
No hablo del Yan
Hablo del ahora y del jamás
De esta adversidad que nos osamenta
De esta reflexión que raya, pica, muele, bate la ley de la vida
Aquella que tú no comprendes
Y esa otra que tú identificas.
Tengo que leer otras cosas que no entiendo.
Para escribir aquello que comprendo.
Llueve. Desolado. Me voy.

jueves, 4 de julio de 2019

Fragmentos III

Santa Fe de la Laguna, Pátzcuaro. Michoacán.
La visita con los purépechas fue mágica, mística, un sueño vívido. Cerca de una semana contemplamos sus paisajes, su lago, habitamos en sus casas, nos acercamos a su lengua, vivimos sus fiestas y costumbres, nos deleitamos con su guisos.
No olvidaré cuando los vi danzar con alegría, brinquitos y saltitos con un estilo inimitable, inenarrable a un ritmo que palpita el universo.
Compramos pescado fresco que todavía salta en las bandejas, huacales. Nos adentramos en sus elaboradas viviendas de materiales rupestres: madera, adobes, alambres, pintura de chochinilla. Todo mezclado en un arte constante, que refleja su cosmovisión del mundo.
En las maderas polines, que sostienen sus tejados, hay grecas y figuras talladas, que envuelven toscos amasijos de adobe, ya sea en forma de ladrillos o de mezcla, del adobe color arena de mar salen los alambres que ya sirven como ganchos, tendederos o para que las gallinas no se salgan de su sitio, la pintura de cochinilla en forma de grecas, dibujos con los que señalan nombres de sus calles y avenidas, todas escritas en lengua purépecha.
Al llegar al sitio, centro de su mundo, los niños te sonríen inocentes, pero reconociéndote como extraño, se escucha al oído desconocidos sonidos en que todos se hablan, es la lengua purépecha o tarásca que aún vive y fluye en ese santuario de la naturaleza.
Arribamos a la isla de Pátzcuaro en lancha, que a los turistas cobra ciento cincuenta y a los locales cuarenta, nuestros anfitriones, pareja originaria de esa comunidad nos hacen pasar por "sus primos", por un precio exclusivo, subimos hasta la cabeza del gigante Morelos, contemplamos en medio del lago las montañas que rodean el santuario, la manera que Dios habita en su creación, la naturaleza nos alimentó del aire más puro que cualquier ser viviente puede respirar en su sueño. Nos ornamentó con sus artesanías la isla, nos dio color, luz, calefacción y cariño su entorno.
Vimos a los pescadores haciendo su labor de cada día con esas redes que parecían el vestido de las lanchas, los seres acuáticos aún se movían en sus se movibles. Fue una aventura fantástica llegar a otra nación dentro del mismo país.
Compermiso. Ya me tengo que bajar para transbordar.


martes, 2 de julio de 2019

Fragmentos II

Un joven le preguntó a una muchacha si era bueno darse un beso en la primera cita.( Yo pensé que no podría ser de otra manera). Ella respondió que "si ella te lo propone: sí".
Él le contestó que "cómo ella te lo propone". Ella le dijo que si se acercaba mucho a él, si se recargaba en su hombro, sí".
Yo pienso en los símbolos conductuales si es que eso existe. Pero qué gran clave. Nunca lo imaginé. Me parece la más linda manifestación del cotejo animal racionalizado.
Espero que mi esposa no me pregunte porqué ando pensando esto. No amor. No quiero besar a nadie en mi primera cita. Tú eres la primera y última. Ya perdón.

jueves, 20 de junio de 2019

Fragmentos dispersos

Yo casi le digo a mi jefe, es que como trabajo utilizando el internet y en esta ocasión no había servicio en los ordenadores le dije la primera vez: “Oye José Alberto Carrasco, resulta que no tengo internet”, me dijo “Sí, ya vi, ahorita”.

Entonces…espere media hora…

Después, llegó la hora de salir a la comida que son prolijos 30 minutos en los cuales salí del edificio, bajé del tercer piso y en la calle evité verle las caderas a una mujer que caminaba tambaleándose de lado a lado con una pantalón rojo muy ajustado, además no la quise observar porque era una mujer de aspecto que no me agradó.
Más tarde, me encontré a un curioso perro, creo que de raza labrador, llevaba paseando a una anciana que con toda suficiencia pasó a un lado de mi persona creyendo que élla dirigía el camino del amigo can.
Más adelante un señor con un bolsa de pan y su hijito que evitaron cruzar la calle al mismo tiempo que yo, a pesar que el auto más cercano estaba lo suficientemente lejos para que ellos cruzarán cómodamente.
Cuando volví de regreso con las galletas en la mano me topé de nuevo a ese don y su hijito.
Pero al volver con las galletas, que hasta este momento no había decidido ni pensado escribir que compré, di vuelta  en una calle de donde salía una jovencita tan sencillamente vestida de un auto tan lujoso que no supe por qué ese comportamiento tan paradójico y a sus espaldas, como un comando de cuidadores, trabajadores que ya se marchaban alegremente a su hogar después de una jornada en la obra, era evidente el mortal cansancio en el rostro de aquéllos hombres, pero iban cotorreando y platicando y hasta se veían alegres. Poco después me encontré con un tipo mal encarado que me pasó de largo, pero justo estaba pensando en la cantidad de construcciones  que se realizan en la zona, construcciones incómodas como departamentos en su mayoría, cuando noté que era momento de regresar al trabajo. al que llegué pero aún no había internet, así que esperé, y esperé y esperé y esperé y esperé, así 15 veces por minuto hasta que me paré y le dije al jefe: “Oye José Alberto Carrasco, no quisiera sentir que te molesto pero resulta que no tengo internet”, me dijo: “ Sí, sí,-repitió- ya vi, NO TE PREOCUPES, viejo”, agregó  estas últimas palabras con un tono más alzado como si lo hubiera molestado mis palabras, mientras yo me daba la vuelta,

Pero yo casi le digo a mi jefe: “Cómo no va a haber internet si yo estoy conectado desde mi celular a la red de sistemas”, pero eso no se puede.

martes, 12 de febrero de 2019

Ella la llamada amada llamarada

Ella la que se llama poesía
entra por las ventanas del balcón
Se recarga en los barandales y me enseña sus ternuras
Me seduce el seso cuando se balancea
Juega con sus tonos y sonidos

Acaricia mis pupilas con los cantos de sus aves
Ya deleita mis oídos con lo verde de sus mares
Balancea con sus pies el zapato que me guía
Aparece como intrusa entre las carnes de mis labios

Me comenta que desea que la escriba
Yo muy torpe balbuceo unas palabras de su boca
Me abarca con su todo que es el día, la noche y madrugar
el pasado, el presente y el futuro y el andar
todo lo que envuelve este instante inacabable
inabarcable en el arca del Noe.

Esta poesía con sus dientes limpios
me da un bocado de aire fresco
Me reanima el seso con Tchaikovsky
Me deleita la dermis en cada poro
Por no decir que me encuera el chino
Me ensucia el cuero
Le pongo el puerco

Me altera el organismo hasta mutar con su esencia
Sin su presencia estoy ausente
Nada lo miro, ni saboreo, no me monto en los aires
No me clavo en los verdes montes
ni en los montones de civilización

Pero ahora está aquí y hay que adorarla
Ir la mirada donde se mueva
con la cortina que agita como la cabellera al viento
tan caballero en campo
como la brisa que rocía la mañana
o la frescura de la fruta
estas imágenes comunes y gastadas pero
limpias y sabrozas

Se cierran las ventanas
se azotan  porque ella danza entre mis dedos
de tres en tres escribe sus sin sentidos
sus sin caminos
sus cinco pez
sus síncopes.
                                                              Ardo Astillo Oreno