miércoles, 29 de julio de 2020

Pintura de la tarde

El enorme alcanfor altivo y desafiante
es centinela de la ventana 
Es guardián a la falda del cerro 
Afronta los vientos 
Se mantiene inhiesto ante la tormenta
Parece que da su mejor rostro a la lluvia
Nos comparte sus eucaliptos
a nuestros pies aroman 
a sus pies vivimos 

Los cuentos y los hechizos rodean su historia 
él se ríe agitando sus alas 
Sus enormes brazos que parecen ramas 
Yo creo que es un gigante encantado 
Parece que se quiere mover 
sin embargo él vive 
se comunica 
transmite su meditación 
las raíces aspiran bajo la tierra   
expira por sus hojas aquel oxigeno   

El alcanfor se recuesta en lo profundo de la noche
A sus espaldas el telón azul  
parece una cortina que dibuja una pintura 
entre lo perpetuo 
entre lo sempiterno 
congelada está la imagen del alcanfor.