martes, 23 de abril de 2024

Embarcamos para llegar a una hora como una isla de la madrugada

La noche nos recorre/ avanza
Nosotros sentados nos disponemos a observarla
sentirla
escucharla
Palparla
Empalarla
Respirarla en cada poro del forro
Bebernos en la taza de la luna su café Negro profundo su manto 
sus aisladas islas
que son horas de madrugada 
para viajar a ellas 
una travesía de charlas
de chistes 
Sonidos que amplifica y adquieren una identidad feroz ante, sobre, tras, delanteybajo la noche que se visite de amanecer 
Su límite antes de llegar el sol 
Un teatro a oscuras nos entretuvo
No nos representó el deleite al oído
oír dormir al ave
Reventarse el viento la cara contra el cerro
El muro murmura a la enredadera su canto 
Desgreñarse el árbol y alocarse el perro
El tacto apenas que rosa la usente luz 
La respiración de nuestro motor con huesos
Lo nimio en abundante cantidad 
lo mínimo en exceso, 
lo que solo respira 
sin parpadear es la noche.