martes, 21 de noviembre de 2023

Forever la Noche.

Amo la noche 
Su profundidad cómplice
El silencio en cada uno de sus márgenes
La densidad de lo callado 
Que late como queriendo vivir 
Que me hace sentir me 
palpar me 
Oler el aroma del viento fresco
Igual a tomar el agua pura de manantial
Es respirar el aire de lo negro
Es contemplar la ausencia de la luz 
Saber todo lo que nos rodea 
Encontrarlo ausente a la vista 
Una tela oscura inmensa que nos cubre la razón
La lucidez la aniquila
Para formase en la taquilla de la imaginación
Del pensar cosas que no aparecen 
Ni con el ruido 
Ni con el sol
Ni con el ambiente en bullicio
Ni aunque uno las riegue en las macetas 
de la tatema  
Aquí mi hospicio
Mi habitación más cómoda
Mi fiesta individual  
sobre todo impropiamente personal
Aquí a estas deshoras en calzones
Con la ropiel 
que me transporta a mi estado más natural 
A mí posición más silvestre 
Desde donde huelo la noche 
La vuelo y la vuelvo a rastrear 
Como aquel lobo que aulló en Wadley
Me agasajo con ella
mezclo mi ser con su viento 
que silba mientras sopla 
Acariciamos la ondulación del cerro
Todo esto lo veo
Lo huelo
Lo puedo sentir 
Incluso degustar 
En cada poro de mi ser 
Cuando la hora más perfecta del día 
No es de día 
No es de noche 
Sino la madrugada que Reyna sobre mis tecleos.