sábado, 14 de octubre de 2023

Anillo de sol, eclipse anular


El sol, la luna y la tierra se alinean 
swingeresca interacción 
Todos con el anillo en fuego
La luna se pone de cara al sol
le planta un beso de lengua
Lo manosea como en un burdel
La tierra  observa 
Anular el deseo de tragarse sus rayos
el sol se pone bien negro 
parando su luminiscencia 
lo eclipsa la luna
No ver directo al pornográfico fenómeno
todos voltean al cielo
quedan asombrados 
Yo recurro a estos campos
Para sembrar la bien aventura 
Para derrumbar el mito ancestral
del oscurecimiento del sol 
Una vez cada bastantes años 
la luna se le pone cara a cara al astro
Lo afronta le pide que la fecunde
La tierra que noche a noche 
duerme con ella
solo le resta observar
Cómo su satélite
decide tragarse la fuerza del sol
La humanidad lo contempla
Usa toda la tecnología disponible
Se pone a graba semejante gang bang 
Como si amaneciera dos veces 
en un mismo día
Yo ya terminé 
/de escribirlo/
me vine 
/a compartir/ 
Ellos siguen 
descubriendose lentamente 

viernes, 6 de octubre de 2023

Desde el epicentro de la madrugada

Cualquiera diría que acabó bien la jornada, es hora de descansar, de apagar la bracita del seso y anestesiar el cuerpo, pero yo no soy así. 

Vengo a media madrugada a saludar a lo quieto, a sentir en los poros la imposibilidad del silencio, a escuchar lo que se empeña por estar en pausa y quejarse bajito.

Oigo el aire que me susurra el triunfo

Veo las cosas apasiguandose 
Apagando ese motor interno que las hace animarse 
Contemplo la realidad con ese denso detenimiento que me permite presentir la eternidad que me permite navegar el perímetro de la escencia quinta y sexta y vigésima.

La pared para mi pie es tan fresca y tan blanca que me atrapa en los profundo de sus átomos

Aunque para muchos fuera la hora de soñar a mí me toca, como tecolote, estar atento a la sombra que no se separe de su objeto
Al sombrero que no se separe de su ranchero 

La madrugada es buena espiral para creer que se ha llegado a lo más profundo, a lo más adentro de la vida.

Cuando se siente en carne propia la oscuridad
/Me pregunto si la oscuridad y el negro son lo mismo/
Me respondo que no, son nada más dos caras de la misma moneda, la luz y su ausencia
que ya se la robó la luna para brillar incandescente, condescendiente, como un satélite 

Como un entrarle a la maraña del pensamiento mientras casi se percibe el respirar de la tierra al contemplar una planta, no me sorprendería que fueran al mismo ritmo, que fueran la misma cosa.

Inhalo el viento que antes de entrar por mis fosas recorrió otras cavernas menos rocallosas, acarició los pastos, incluso se roció con el agua sacra, para flotar evaporadamente serena y dar el combustolio a mi seso quemado.