viernes, 19 de julio de 2019

Fragmentos IV (antónimos)

Comparto el destino de los bienaventurados
Renazco y en carne propia vivo el destino de los segregados
Sonrío y hago reír a los acomodados
Imito y revivo lo de los marginados
Me abrazo con el que nunca pensará  la cuota
Me mimetizo con el que se muerde las uñas con las cuentas
Por si no fuera claro
Disfruto la lluvia como el calor.
Ambos me permiten inhalar
Soy el hijo de las circunstancias
El que una tarde camino la vereda de los acaudalados. Sus caserones manciones.
El que al otro día divagoó por la sierra "abierto en canal por la mano firme de la luna llena"
Dispuesto al plagio y al original
El auténtico y que te copia cada maña y gesto mínimo
El que la controversia vuelve elemental y el acuerdo indiscutible
Indispensable este aire espeso
Está naturaleza entre la montaña
La imagen común
El verso incomprensible
No hablo del Yin
No hablo del Yan
Hablo del ahora y del jamás
De esta adversidad que nos osamenta
De esta reflexión que raya, pica, muele, bate la ley de la vida
Aquella que tú no comprendes
Y esa otra que tú identificas.
Tengo que leer otras cosas que no entiendo.
Para escribir aquello que comprendo.
Llueve. Desolado. Me voy.

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