viernes, 16 de febrero de 2024

Elegia II. (Al enorme Castillo donde habité con la inmensa alegría de mi infancia)

Llegar a los linderos de tu esencia de Castillo transitar por el  jardín precioso de tu ser
Castillo con enormes simientos: fortaleza, resguardo, seguridad, solidaridad y fuerza tu presencia 
Adentrarme al corazón del enorme Castillo  fue una excursión de 30 años por los pasillos de los días llenos de alegría, experiencias rebozadas de fulgor, anécdotas empapadas de las risas y humo de tabaco.
Castillo acompañante de mis logros 
Como sombra que me cubre del sol fiero
Como agua que bebí en mi desierto 
Como el pan que apaga mi hambre 
Hombre en toda la extensión de cada letra 
Como brillo que del rayo se desprende 
Así luces tú
Toda una estrella del firmamento de mi mente 
Entra por la ventana de mis ojos tu hermosura 
Así fue ese Castillo imponente, ingenioso
Un ser venido directo de la más noble raza 
La fortaleza más grande de mi corazón 
Guarida de mi seguridad 
Castillo caminante 
Sigues imponente en mi mente 
Habitaré rodeado de tu esencia
Hernando Castillo padre mío. 




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